La obra escultórica de Sonia Prager plantea el vínculo del ser humano con su entorno natural, mediante la intervención arquitectónica sobre ella y la necesidad de conservación de esa naturaleza.

La pieza Grieta II forma parte de un grupo de esculturas ―incluida Grieta I― que evocan imágenes de la geografía peruana, como las formaciones montañosas de los Andes o los acantilados y tablazos del desierto costero. Las piedras de esta serie se encuentran muy cerca de su estado natural y cuentan con una sutil intervención de la artista, con desbastados rústicos que respetan el aspecto original.

Estas composiciones sugieren paisajes múltiples que contienen las diversas formas en que los sujetos crean representaciones de su entorno, como las pinturas paisajistas, las vistas áreas, o los dibujos y esquemas de los mapas. Pareciera que sobre esta grieta convergen estas diversas posibilidades fusionadas en una imagen que podemos analizar como plano y volumen.

Desde casa, el equipo de MAC Lima está adelantando una investigación que incluye esta pieza y otras representaciones del desierto en el arte moderno y contemporáneo en el Perú. El desierto ha sido un ecosistema afectado por la expansión urbana y la explotación de recursos, y que a la vez habitamos en Lima a manera de polvo y neblina.

*Texto publicado el 24/03/2020, durante el aislamiento social obligatorio para detener el contagio del coronavirus (COVID-19).